De normal no tendría por qué pasar, pero que puntualmente se escape un pelín de líquido del tanque del vaporizador es algo que nos puede ocurrir a cualquiera.
Una faena sí, y más si la fuga nos pilla fuera de casa y tenemos que reparar el atomizador ‘con lo puesto’, pero tampoco hay que agobiarse que ya quisiéramos que todos los problemas de la vida fueran como éste 😉
Índice
- El atomizador, la alegría del cigarrillo electrónico
- El flujo del aire y la resistencia siempre bajo control
El caso es que, para estar preparado para este tipo de percances, vamos a ver (en dos post diferentes para que la lectura sea más amena, ¡no queremos aburrirte!) cuáles son las posibles causas de estas pérdidas y cómo encontrar la mejor solución.
El atomizador, la alegría del cigarrillo electrónico
El atomizador, como ya hemos dicho otras veces, es una de las partes clave del cigarrillo electrónico: es donde se obra la magia de transformar el e-liquid en vapor.
En su interior tiene una resistencia que es la que se calienta transformando el líquido -almacenado en esta pieza- en vapor.
Va conectado a la batería (o al mod en sí) mediante una rosca encargada de transmitir la potencia necesaria para que la resistencia adquiera temperatura, y luego hay una pequeña chimenea que, a su vez, conecta la resistencia con la boquilla (conocida también como drip tip), que es por donde nosotros aspiramos.
Y precisamente por aquí, por la chimenea, puede darse la filtración de líquido más común, pues, frente a lo que se piensa y por muy fácil que parezca, con frecuencia rellenamos mal el depósito.
¿Qué es lo que sucede? Que como el aire fluye desde la resistencia hasta la boquilla, hay que intentar que esta zona esté completamente libre de e-líquido. Si cae algo, por muy poco que sea, lo más probable es que se derrame o que nos suba a la boca cuando demos una calada.
Por ello, hay que inclinar el tanque cuando se está echando e ir enderezándolo poco a poco (sobre todo con líquidos espesos) para evitar que caigan gotas, y no llenarlo a tope, sino dejar cierta cantidad de aire: este espacio vacío va a ayudar a mantener el líquido en su sitio.
Si por alguna razón la mezcla termina desparrándose, entonces será necesario limpiar el tubo central con un algodón o un trozo de papel antes de empezar a vapear.
El flujo del aire y la resistencia siempre bajo control
Otra razón por la que se pueden producir escapes de líquido es porque el flujo del aire del dispositivo esté muy cerrado, y, por lo tanto, se limite la cantidad que entra al atomizador.
Por lo general, este tipo de ajuste lo hacen las personas que prefieren un vapeo boca-pulmón, y, al necesitar una calada más potente, puede ser que la resistencia absorba más líquido del debido.
La solución es sencilla: abrir el flujo del aire del e-cig para permitir que entre suficiente aire al atomizador.
Y si la filtración del líquido tiene lugar justo después de rellenar el depósito, casi seguro que sea porque el control del flujo del aire (o la ranura) esté abierto. Es fundamental cerciorarse de que todas las aberturas están bien cerradas para evitar disgustos.
Por su parte, las fugas de e-liquids relacionadas con las resistencias pueden ser por:
- Una resistencia defectuosa de fábrica. Si se detecta que algo falla, reemplazar la resistencia defectuosa por una en perfecto estado adquirida en una tienda de plena confianza y especializada en el mundo del vapeo como la la nuestra 😉
- Una resistencia mal enroscada. Hay que revisar la rosca para comprobar que no está dañada y volver a enroscarla hasta que quede bien apretada para que el líquido no tenga por dónde escaparse.
- Una resistencia muy usada. Si ya ha cumplido, ¡a cambiarla! No se trata de esperar a que sepa a quemado ni nada de eso, porque, de tanto usarlas, pueden dar este fallo.
Lo dejamos aquí… ¡por ahora!
No te pierdas la segunda parte de este artículo para tener la información completa porque es muy práctica para arreglar pequeños imprevistos que pueden surgir en el día a día de un vapeador.