Sin entretenernos, nos disponemos a concluir el tema que teníamos pendiente de cerrar sobre las causas habituales de fugas y de cómo reparar el atomizador.
Si lo recuerdas, en el ‘episodio anterior’ hablamos sobre cómo rellenar el depósito y de ciertos problemas de escapes relacionados con las resistencias y con el (incorrecto) ajuste del flujo del aire.
Índice
- ¡Ojo con desbordar el tanque del e-cig!
- ¿El líquido para vapear se sale por los bordes del atomizador?
- Otras causas de la pérdida de líquido
Y hoy vamos a centrarnos en tanques rebosados de líquido y en otros cuantos aspectos que no viene mal que repasemos.
¡Ojo con desbordar el tanque del e-cig!
Los desbordamientos del tanque del cigarrillo electrónico los carga el diablo y acarrean ‘huidas’ de líquido, sobre todo, a través de las ranuras del flujo de aire, ya que entra más e-liquid en la resistencia del que es capaz de vaporizar y termina saliéndose.
Aumentar la potencia del dispositivo, retirar el exceso de líquido de la chimenea del aire y de la resistencia o soplar por la boquilla para eliminar el fluido acumulado son algunas ideas para evitar estas ‘inundaciones’.
¿El líquido para vapear se sale por los bordes del atomizador?
Nunca está de más verificar que el atomizador está bien enroscado porque, de no ser así, el e-líquido podría salirse.
Si la filtración se produce a través de los bordes del cristal del tanque, es síntoma de que algo está pasando con las juntas tóricas, que están rotas o dañadas y, por lo tanto, no funcionan bien e impiden un buen sellado.
Habitualmente, fabricantes como Aspire incluyen juntas tóricas de repuesto, pero se pueden comprar a un precio muy razonable. Se reemplazan y…. ¡a seguir vapeando como si nada!
Otras causas de la pérdida de líquido
Tras analizar algunas de las principales causas de pérdida de líquido, a continuación, ya para terminar, vamos a hacer una especie de popurrí de otros puntos a tener en cuenta.
No dejes de leerlos porque son igual de importantes que los anteriores para tener un vapeo ‘con altura’, que diría nuestra amiga Rosalía 😉
- Revisar si hay grietas. Los tanques son de cristal pyrex, y aguantan el desgaste, pero hasta cierto límite. Una pequeña fisura o deformación puede hacer que el atomizador deje de ser hermético y se pierda líquido. Hay que fijarse bien porque, en ocasiones, la grieta puede ser minúscula. ¿La solución? Cambiar el cristal del depósito roto por uno nuevo como los que tienes en nuestra tienda online ¡y ya estaría!
- Intentar que el atomizador siempre esté en posición vertical (y más en periodos prolongados de tiempo como puede ser, por ejemplo, una noche entera).
- Mantener el depósito siempre limpio. Cuando el líquido se quema, se crean unos restos que se van acumulando en la resistencia, dando lugar a bloqueos y complicaciones que pueden terminar en fugas. Lo ideal es limpiar a conciencia el atomizador regularmente con agua caliente y jabón y secarlo a conciencia.
- Coger el truquillo al vapeador. Hay veces que ya nos podemos volver locos que no vamos a encontrar por dónde se escapa el líquido porque el error está en la manera de dar la calada. Cuando estamos en la fase ‘principiante’ del vapeo pensamos que fumar un cigarrillo y vapear es igual, y nada más lejos de la realidad. Tenemos que ser conscientes de que no es necesario dar caladas tan potentes como cuando se fuma porque, si se hace, puede ocasionar derrames. Si se da una calada fuerte, se lleva más cantidad de líquido a la cámara de la resistencia, y si este exceso de líquido no se usa, se va ‘apilando’ y termina filtrándose del tanque. El remedio no es complicado, pero hay que acostumbrarse a que las caladas sean largas y suaves.
- Usar los líquidos con la densidad apropiada. Los líquidos con glicerina vegetal (VG) menor del 70% son poco densos y propensos a las pérdidas de e-liquid, sobre todo en resistencias grandes (35W o más). Y las aberturas grandes para absorber el líquido puede filtrar la mezcla si se ésta posee un alto porcentaje de propilenglicol (PG). En resumen: con los líquidos con alta VG se suelen reducir las pérdidas, y se suelen utilizar los de mayor PG en dispositivos pequeños y de menor potencia, y los de mayor VG en el supuesto contrario.
- Vigilar la condensación el control de la potencia. Siempre quedan restos de vapor en la chimenea que, si no se retiran, vuelven a cobrar vida en forma de líquido. Así, de primeras y como algo puntual, esto no resulta grave. Lo malo llega cuando estos restos van siendo cada vez más y el tanque acaba presentando fugas. Lo ideal es coger el hábito de limpiar la chimenea con un trocito de papel después de las caladas, ¡y nada que temer! Estos restos de condensación también se pueden paliar controlando la potencia: dar a calada al presionar el botón de disparo y no malgastar las nubes, y dejar de pulsar el botón segundos antes de finalizar la calada.
- Añadir más algodón en resistencias reparables. Ante líos de escapes con resistencias reparables, no te compliques la existencia que casi seguro que la ‘traba’ está en el algodón, ¡que no engaña! Lo suyo es que haya suficiente espacio entre la resistencia y el algodón para que éste se impregne en su totalidad de e-líquido. Si crees que el algodón es escaso, pon una pintinina más y solucionado.
- Reemplazar el tanque y listo. Cuando nada de lo dicho hasta ahora funcione para zanjar una fuga de líquido…, quizá todo se reduzca a un error de fabricación y la solución pase por reparar el atomizador directamente (si puede ser por uno con sistema antigoteo, mejor que mejor).
Y ya no alargamos más esto ¡que con dos post es suficiente! 😉
Hemos intentado explicar lo más claro y abreviado posible cuáles son, en general, las causas que con mayor frecuencia llevan a los cigarrillos electrónicos a tener esos molestos escapes de líquido que todos hemos sufrido alguna vez.
Detectando el problema y aplicando los consejos recomendados para prevenirlos/solucionarlos nada ni nadie impedirá que tengamos un ¡FELIZ VAPEO!